Una opinión generalizada es que, tras la derrota de Midway, la fuerza de portaaviones de la Armada Imperial Japonesa dejó de ser un peligro para la Armada Norteamericana. Sin embargo, la realidad fue diferente. Pocas semanas después de Midway, durante los enfrentamientos aeronavales de la Campaña de Guadalcanal, los japoneses hicieron frente a las fuerzas operativas norteamericanas. Hablamos de las batallas de las Salomón Orientales y de Santa Cruz. En esta última, se infringe una clara derrota a los estadounidenses. El precio a pagar es muy alto, destacando las pérdidas en el recurso más escaso de los japoneses: las magníficamente entrenadas y experimentadas tripulaciones aéreas. Estos combates sí que marcaron el final de la capacidad de ataque de la flota de portaaviones japonesa. A partir de ese momento, perderían la superioridad numérica y cualitativa respecto a sus enemigos; no siendo capaces ya de entrenar a pilotos que reemplazaran al mismo nivel a los que comenzaron la lucha el 7 de diciembre de 1941. En este volumen se analizan los portaaviones y las aeronaves empleados por ambas armadas. Sus tácticas, fortalezas y debilidades, las diferentes variables que nos ayudan a entender el porqué del resultado final de estos combates, así como los principales protagonistas.: las respectivas flotas. Por último, se describen en detalle los planes de los contendientes, la composición de las fuerzas enfrentadas, y el desarrollo y las consecuencias posteriores a las batallas de las Salomón Orientales y de Santa Cruz.
156 páginas, 17x24cm, rústica con solapas. Contiene fotos y mapas.