En un solo día, 10 de febrero de 1.943, cuatro mil voluntarios falangistas derramaron su sangre sobre el frio suelo de la Unión Sovietica. Más de seis mil soldados de la División fueron heridos o desaparecidos en combate. Sin embargo, al final de la ofensiva sovietica, el ejército ruso habia avanzado únicamente cinco kilometros de frente. Nunca se habia visto una defensa numantina de esta naturaleza