Historia y análisis de la feroz guerra aérea librada sobre el enorme campo de batalla de Kursk, donde los soviéticos lograron por primera vez detener el avance de la invencible Luftwaffe. La batalla de Kursk fue la última oportunidad que tuvo la Luftwaffe de apoyar plenamente una ofensiva a gran escala, y supuso el primer éxito de las fuerzas aéreas soviéticas al detener el avance de sus oponentes durante los meses de verano. Con el objetivo de lograr un éxito que estabilizara el frente oriental durante el verano, Hitler ordenó un ataque concertado destinado a aislar y destruir las fuerzas del Ejército Rojo que defendían el saliente de Kursk. Se convirtió en el mayor enfrentamiento de tanques de la guerra. En este libro, el experto militar soviético William E. Hiestand explica cómo se desarrolló la compleja guerra aérea sobre Kursk. Con ambos bandos desplegando nuevos aviones diseñados específicamente para destruir tanques, se produjeron enfrentamientos masivos sobre los combates de blindados. Fue una lucha simultánea por alcanzar la superioridad aérea, mientras se lanzaban los Stukas, los Hs 129 y los Il-2 Shturmoviks para realizar repetidos ataques a baja altura frente a los cazas enemigos y el fuego antiaéreo. Pero la campaña también incluyó bombardeos estratégicos detrás de las líneas del frente, atacando aeródromos y nudos ferroviarios.