Más de 3000 enemigos rodean la posición de Koba Darsa, una elevación sobre la cuenca del Rio Lau, al sur de Tetuán. Un terreno clave que está defendido por 37 hombres de infantería del Regimiento Serrallo nº 69 y un equipo de transmisiones compuesto por tres valientes telegrafistas de la Compañía Telegráfica de Red que operan los escasos medios de comunicaciones para que el mando pueda ejercer el control de sus tropas. Se vivieron diez días de cerco donde el abastecimiento mediante convoyes de acémilas era imposible, solo el concurso de la incipiente Aviación Militar hizo llegar el suministro de alimentos, hielo, medicamentos y municiones, además del necesario bombardeo y ametrallamiento del enemigo para apoyar a los defensores. La liberación, que el mando determinó era imprescindible para llevar a cabo sus planes, solo se consiguió con decidido esfuerzo, avances rápidos y sucesivos, planificación audaz, y acciones bien ejecutadas y coordinadas por ambas orillas del rio. Bajo un liderazgo fuerte y sereno, con tropas bien experimentadas en vanguardia, tales como legionarios y regulares, y todo tipo de fuerzas de combate y apoyo, se alcanzó la victoria, la salvación de los sitiados y la ocupación de ese terreno esencial para proseguir las operaciones. Todo ello teniendo que lamentar 88 muertos y más de 650 heridos.