La Gran Guerra trajo consigo la carrera armamentística en el apartado de la guerra aérea. De cargar con pistolas y fusiles, se pasó a emplazar ametralladoras en los aviones, creando así letales máquinas de volar y matar. En ese sentido, Alemania se adelantó al resto de potencias y creó una serie de aparatos que, junto con los mejores pilotos, trajeron la muerte a los enemigos del Káiser. No solamente poseyeron los mejores aviones, sino también tácticas de combate innovadoras que cambiaron para siempre el concepto de la guerra aérea.
Alemania hizo que los aliados se encontraran en una posición de inferioridad que sólo pudieron superar con el lema de “a mayor cantidad, victoria segura”.
Solamente mediante el desgaste pudieron doblegar a Alemania en los cielos, a costa de la pérdida de cientos de pilotos. En la Gran Guerra el promedio de vida de un piloto aliado fue en algunas etapas de la guerra de quince días. Fue una pesadilla, un periodo de muerte que se conoció como “el azote de los Fokkers”.
La obra detalla con profundidad la guerra aérea y su evolución durante la Primera Guerra Mundial, además de incluir las biografías de los 10 mejores ases de la Gran Guerra (5 aliados y 5 alemanes), y lo más importante, los motivos por los cuales los Fokker causaron el terror en los pilotos aliados.
Por primera vez en español, una obra que trata sobre esos determinantes momentos del conflicto, de cómo el avión evolucionó hasta ser una casi perfecta herramienta puesta al servicio de la guerra.
16x23. Rústica. 320 páginas.
Disponible a partir del 9 de diciembre.