En 1937, miles de niños españoles fueron enviados a Rusia y otros destinos en el mundo, para alejarlos de las bombas de la guerra civil. Entre los que fueron a Rusia, ocho se hicieron pilotos militares, seis de ellos procedentes de la casa de niños de Kiev. Luis Lavín era el más joven. Testigo de la guerra civil en el país vasco, exiliado en un país extranjero donde tuvo que permanecer durante años, y protagonista como piloto de caza de la segunda guerra mundial en las estepas rusas y en Europa. Esta es la historia de su vida. Una aventura apasionante, una vida difícil como la que tuvieron que vivir muchos niños españoles de su generación.