Cuando, el 26 de noviembre de 1941, los seis portaaviones del Kidō Butai abandonaron en secreto el puerto de Hito-Kappu (en las islas Kuriles) y pusieron rumbo a Pearl Harbor, embarcaron unos 380 aviones: bombarderos en picado, bombarderos torpederos y cazas. Todos ellos, en su categoría, representan lo mejor de lo que se hacía entonces en materia de aviones de combate monomotores. Los cazas eran del tipo Mitsubishi A6M2 Rei-Sen o Zero, el primero de los cuales llevaba poco más de un año en servicio. A punto de comenzar la Guerra del Pacífico, el Zero inició un periodo ciertamente corto (apenas unos meses), pero durante el cual se forjaría una leyenda de la que pocos aviones en la historia de la aeronáutica pueden presumir. A la descripción de este avión casi mítico se dedicará este libro, que constituye una primera obra; una segunda se dedicará a su rica carrera operativa.
